Sara Gutiérrez es una artista textil originaria de Guadalajara, Jalisco.
Vivió una infancia rodeada de técnicas textiles, algunas de ellas son el punto de cruz, bordado, crochet, dos agujas, costura, entre otras. Inspirada y guiada por su abuela materna aprendió desde corta edad a elaborar patrones de costura y tejido. Su aprendizaje autodidacta se ha ido perfeccionando y mejorando a lo largo de varios de viajes de investigación, y experiencia en las técnicas textiles, lo que la llevaron a iniciar su primer proyecto textil en 2015, Palmar Beachwear, un emprendimiento dedicado a la ropa de playa con diseños originales de trajes de baño para dama y niña tejidos a mano con la técnica de ganchillo/crochet.
Autodidacta y emprendedora, su gran pasión por el arte de los nudos y por la creación la lleva desde joven a imaginar las formas con las que es capaz de crear nuevos diseños a partir de un manojo de hilos y cuerdas.
Partiendo de que el macramé es el arte de atar en nudos de manera que obtengan una forma útil o decorativa, fue en Octubre de 2019 cuando Sara Gutiérrez creó la marca “The Macramé Artist”
Y aunque se ha dedicado al trabajo artesanal del macramé en todo el abanico de sus posibilidades, siempre ha buscado y encontrado tiempo para enseñar la técnica en todo México.
Con el apoyo de su equipo de trabajo, ha tenido la oportunidad de colaborar como proveedora de vestuario para empresas como TV Azteca y Televisa, sus prendas las han portado celebridades como Danna Paola, Natalia Jiménez y decenas de bailarines de dichas televisoras.
Por otro lado, dedica la mayoría de sus trabajos al mundo el interiorismo y decoración haciendo mancuerna con cadenas hoteleras de talla mundial y desarrollos inmobiliarios en todo México.
La información dada sobre cada producto, así como las fotografías o vídeos relativos a los mismos y los nombres comerciales, marcas o signos distintivos de cualquier clase contenidos en el Sitio de The Macramé Artist, son expuestos a modo exclusivamente orientativo, ten en cuenta que tu pieza puede tener variaciones.
The Macramé Artist no es responsable de ningún error o inexactitud en la información del producto. Las piezas hechas a mano son únicas, irrepetibles, originales. El cliente acepta el hecho de que toda pieza artesanal presenta variaciones.
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Hablar de Macramé, es hablar de nudos, de nudos decorativos pensados e ideados para dar forma y textura a un tejido o entramado, que luzca estéticamente ordenado… Nudos que se ejecutan únicamente con las manos.
Se denomina macramé a la técnica de crear tejidos usando nudos decorativos. Macramé es una palabra de origen francés que significa nudo, y que a su vez deriva de la palabra turca makrama. Esta tiene su origen en la palabra persa mikrama con el mismo significado.
El hombre primitivo, en la búsqueda de satisfacer las necesidades básicas, empezó a anudar desde los tiempos más remotos, en el mesolítico. Primero fueron los nudos para sujetar las piedras filosas en palos, para crear flechas y lanzas que hicieran eficaz la cacería.
Luego, más nudos y el nacimiento de los entramados, para crear mallas, para el perfeccionamiento de la actividad pesquera, más peces en menor tiempo. La red de pesca más antigua que se ha encontrado, hecha de sauce, data de 9.000 a.c en la ciudad de Carelia, en Antrea.
En el periodo neolítico de la prehistoria 8000 a.c, ya se utilizaban el nudo llano, el ballestrinque y el corredizo, para elaborar herramientas que les permitieran cultivar la tierra, la recolección de alimentos y desarrollar la ganadería.
Además, comenzaron a crear tejidos para cubrirse el cuerpo, algún tipo de vestimenta para protegerse de la intemperie, con cualquier cuerda orgánica disponible, un anudado de fibras vegetales. Siendo las manos su única herramienta, esta técnica, se constituyó como uno de los primeros métodos de confección textil. Estos tejidos anudados son los antecesores de la creación del telar y en consecuencia, de la tela.
Cubrir estas necesidades básicas no habría sido posible sin nudos. Son estos nudos primitivos y remotos los primeros antecedentes del macramé, tal como hoy lo conocemos. Anudar es una de las primeras manifestaciones culturales de la humanidad, una característica humana importantísima y esencial en muchos tipos de labores manuales, que son indispensables para la sociedad.
¡Cuánta evolución! Como ustedes pueden ver, haciendo una breve hojeada por la “prehistoria” en definitiva la ejecución de nudos, en un principio no era simple decoración sino que respondía a otras utilidades.
Los marineros, quienes siempre han necesitado tener un conocimiento práctico sobre la elaboración de nudos, adoptaron esta técnica recurriendo a los mismos nudos básicos del macramé, solo que con nombres diferentes. También llamado anudado cuadrado, fancy work o cordón McNamara, el macramé les servía para combatir el aburrimiento durante las largas travesías en altamar. Al tocar tierra, acostumbraban realizar trueque con sus piezas de macramé, al punto que los conocimientos sobre anudado también se convirtieron en una mercancía valiosa que podían intercambiar.
Adoptado por los jóvenes de finales de la década de 1960, el macramé se convirtió en un símbolo anti-industria dentro de su movimiento contracultural. Al emplear manualidades como una forma de rebelarse contra el capitalismo y la producción en masa, los hippies no solo usaron el macramé como una forma de conectar con su creatividad, sino también como un lienzo a través del cual podían expresar estas opiniones tan radicales para la época. Así, empezaron a crear piezas que no se parecían en nada a las carpetas de encaje de sus abuelos, con lo que el macramé comenzó a lucir atrevido, abriéndose paso en la decoración de hogares pero también en el mundo de la moda. Si algo podía ser embellecido con macramé, seguramente se lo aplicaban.
Ahora bien, en el momento en que finalmente el hombre cubre las necesidades básicas, entonces comienzan los nudos a ser utilizados de manera ornamental. Hoy en día, es notable cuanto ha avanzado la comunidad tejedora de macramé. Tanta experimentación e innovación durante la década de los 60s, 70s, 80s y 90s. Y ahora este renacer del macramé moderno y contemporáneo tan versátil y variado que nos da la oportunidad de crear piezas minimalistas, decorativas y con alto valor artístico y artesanal.